domingo, 4 de noviembre de 2012

Comprendiendo


Con la llamada de mi novio lo único que obtuve fue mal humor. Yo ya estaba en el salón. Llegó mi amiga Perla, la abracé y comencé a llorar. Pero no tardé en reponerme y le platiqué lo que había sucedido. Ella me escuchó y dijo que me apoyaría en lo que pudiera.
 
Durante el resto del día, en la escuela, se me olvidó el problema que tenía. En una hora libre me fui a recostar en el pasto con Miguel, Perla y Leonardo. Tuvimos una interesante y amena plática. Al terminar la hora libre entramos a la última clase. Al terminar recordé que iba a ver a Hugo. Quería evadir ese momento, pero como dice mi abuelita: a mal paso darle prisa.
Después de hora y media de camino llegué a mi casa, comí y cuando me estaba arreglando para irme al trabajo, me marcó Hugo y dijo que ya estaba afuera de mi casa. Le dije que en un momento salía. Me despedí de mi mamá, agarré mi bolsa y salí. Sentía un hueco en mi estómago, definitivamente estaba nerviosa. Me subí al coche y le di un beso en la mejilla. Se notaba la tensión que había entre nosotros. Me tomó de la mano y preguntó si ya lo había perdonado por lo que había dicho ayer. Lo único que le dije fue que no se preocupara, porque sus razones ha de tener. Nos dimos un largo beso pasional, sus manos recorrían cada parte de mi cuerpo. Mis manos querían adentrarse en su cuerpo el cuál estaba ardiendo por la excitación. Quería seguir acariciándolo, pero recordé que tenía que llegar al trabajo. Me aparté de su dulce boca y le dije que ya me llevara al trabajo. Él se sorprendió y dijo que creía que renunciaría, ya que sin los gastos que implicaba irme a vivir con él, no me afectaría dejar de trabajar. Le contesté que no lo podía dejar tan fácil. Mi contrato era por seis meses y quería tener el dinero extra.
Llegué al trabajo y mi jefe dijo que ahora iba a estar atendiendo en la dulcería. Era hora de salir -después de cuatro horas despachando palomitas, refrescos, dulces y helados- me sentía cansada, pero feliz por haber arreglado las cosas con mi novio.
Había quedado en salir a cenar con Hugo. Al salir del cine él ya estaba esperándome. Fuímos a cenar al Vips que está cerca de Cinépolis. Mientras cenábamos lo único que yo pensaba, era en las ganas que tenía de hacer el amor con él esa noche.

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